Reseñas, opiniones y críticas
Algunos de mis lectores se han atrevido a dar su opinión
Eva Pujol
"Quería conocer más, si cabe, a los protagonistas de este pintoresco pueblo y poderlos ver a través de los ojos de mi amigo Pablo Marín. He reído y sonreído. He tenido dolor de barriga, me ha intrigado algún que otro pasaje. Y en general espero con prontitud una segunda parte. Gracias Pablo por tan peculiar punto de vista. ME GUSTA.. Suerte. Gracias."
Esther Girbau
"Curiosa la vida cuando te sorprende en una mañana de verano. Sumida en mis tareas hortelanas descubro sin más alguien desconocido y a la vez muy cercano. Su libro, guardado en el maletero me es traspasado, seguidamente mi tarea es leer un escritor nuevo para mi. Su lectura me engancha y transporta a un tiempo indefinido de pasado y presente. Las letras discurren en mi mente e imagino cada escena y cada tiempo. Realmente me siento sorprendida leyendo un escritor ajeno que me acerca tanto a un estilo sublime y placido. Espero seguir saboreando sus lecturas y sus historias. "
José Antonio García
"Ese lugar transcrito por Pablo Marín en su libro: San Tiburcio del Valle y dos collejas. Es una novela en que la risa y digo risa hace aparición y yo que encima me lo llevo en los trayectos del autobús, o tomando un café en el bar los fines de semana , la gente me mira como una "bicha"....no no .¡Dios mío! no no ..quería decir: como un bicho raro. La novela de Pablo es exquisita, llena de sarcasmo e ironía. Hay sucesos que van de lo escatológico a lo casi pornográfico , sin caer en lo chabacano. Es una lectura rápida , pues no puedes soltarlo, hasta que terminas. Eso si, si no te da antes un ataque de risa. Y si es en algún sitio público (autobús o bar), tienes que parar para que la gente que te observa no cometa el error de creer lo que no es e invitarte a visitar unas dependencias en que las duchas frías y los electrodos son un componente importante. San Tiburcio del Valle es un lugar que cuando lo visitéis, dejarás muchos amores sobre todo burreros; y en la que la que el humor de las buenas gentes brillan por su abundancia y generosidad, con los brazos abiertos y las manos abiertas. Me recordaban esos monólogos de Gila cuando describía las despedidas de soltero de algún pueblo de costumbres ancestrales y de boina y bastonazo fácil. En Halloween , sería un buen sitio para que lo visitaran ciertos tipos - por no decir cabestros- que se disfrazan de payasos asesinos . Si ,si , yo los invitaría a estos a visitar San Tiburcio del Valle, del cual por el buen hacer de esos que se disfrazan el pueblo les recibiría como se merecen , con amor burrero y con unos aplausos vertidos en las cocorotas de serrín que tienen. Gracias Pablo Marín. No sabes lo bien que me lo he pasado. Necesitamos más autores como tu. No sólo por lo que me he reído, sino por lo que se desprende en él."